Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 18 de marzo de 2016

Novela Gráfica (la eterna discusión)

Hay en torno al término "Novela Gráfica" una discusión que alude a la semántica; si el término mismo se ajusta a lo que se quiere describir con él, a la semiótica; ¿por qué y cómo surge el concepto?, al significado; ¿qué describe el término? y al uso; ¿cuándo es lícito o correcto usar el término?
 Las descripciones generalistas normalmente aluden al concepto de novela gráfica como un formato de edición, una manera de contar historias que se diferencia principalmente por su extensión y su carácter finito, o incluso una vuelta de tuerca para "hacer más literario" un medio que tradicionalmente se asocia al ocio juvenil o infantil.
Para la última pesquisa se suele tomar como punto de partida el medio para el que trabaja la novela gráfica, es decir, el cómic.
Hacia la década de 1970 comenzó a imponerse en el mundo hispanoparlante el término de origen anglosajón cómic16(procedente a su vez del griego Κωμικός, kōmikos, ‘de o perteneciente a la comedia’),17 que se debe a la supuesta comicidad de las primeras historietas.18 En inglés, se usaban además los términos funnies (es decir, divertidos)19 y cartoon(por el tipo de papel basto o cartón en donde se hacían), pero con el tiempo los "animated cartoons" o dibujos animadostendieron a reservarse la palabra "cartoon". Posteriormente aparece desde el movimiento contracultural el término comix, primero en inglés y luego en otras lenguas, que suele reservarse para publicaciones de este estilo.
En los países hispanoparlantes se usan varios términos autóctonos, como monos12 y su variante monitos (antes muy usado en México), y, sobre todo, historieta, que procede de Hispanoamérica13 y es el más extendido.14 Algunos países hispanohablantes mantienen, además, sus propias denominaciones locales: muñequitos en Cuba,15 y tebeo en España. EnVenezuela también se les llama comiquitas por extensión. En el Peru se le denomina chiste.
Obviamente, las historietas no tienen por qué ser cómicas y por ello los franceses usan desde los años 1960 el términobande dessinée ('tiras dibujadas'), abreviado BD, que en realidad es una adaptación de comic strip. El portugués tradujo del francés para crear banda desenhada, mientras que en Brasil se la denomina história em quadrinhos (historia en cuadritos), haciendo así referencia al procedimiento sintáctico de la historieta, como también sucede con el término chino liánhuánhuà('imágenes encadenadas').
En relación a nombres asiáticos, el término manga (漫画, 'dibujo informal') se ha impuesto en japonés a partir de Osamu Tezuka quien lo tomó a su vez de Hokusai, mientras que se reserva el término komikkusu (コミックス) para la historieta estadounidense. Los filipinos usan el similar komiks, pero lo aplican en general, mientras que en Corea y China usan términos derivados de manga como manhwa y manhua, respectivamente.
Finalmente, en Italia la historieta se denominó fumetti (nubecillas, en castellano) en referencia al globo de diálogo.20
Nótese el denominador común en la descripción sacada de Wikipedia: "comedia, monitos, cartón, dibujos animados, muñequitos, tiras dibujadas, historia en cuadritos, dibujo informal, chiste, nubecillas."
 El propio término que describe el medio en los distintos países lo minusvalora, lo rebaja con diminutivos o palabras asociadas a la niñez o al carácter cómico del tipo de entretenimiento. Por lo tanto no es raro pensar que en la necesidad de encontrar un término que describiera mejor el tipo de historias que muchos autores contaban a través de este medio se tuviera que optar por encontrar un término que apuntara a una valoración más alta del medio, más acorde a lo que se pretendía obtener, en definitiva; una nueva definición a través de una nueva nomenclatura. Cabe pensar que quizás "Novela Gráfica" es un intento de darle ínfulas de literatura a aquello que tradicionalmente no había sido considerado como tal. En este punto quiero hacer notar que las "Novelas Gráficas" siguen siendo cómics y como tales, se les puede llamar cómics sin más sin que la dignidad de la obra tenga que verse afectada. ¿Quiere esto decir que, efectivamente, el término novela gráfica es una pretendida manipulación para convertir un medio en algo aparentemente más serio? No, en absoluto. ¿Entonces qué designa el término "Novela Gráfica"?
Si nos atenemos al formato de edición encontramos la consabida explicación de que "Watchmen" (por poner un ejemplo conocido) se editó primero en formato comic book y después en tomo único. Después de eso pasó a llamarse novela gráfica. La novela gráfica encierra la característica del formato como una de sus cualidades, pero definitivamente no es sólo eso. Esto quiere decir que Watchmen ya era una novela gráfica antes de editarse en tomo. Al igual que "Maus" siempre fue una novela gráfica a pesar de que se publicó serializado en la revista Raw durante un período de 10 años. Después se verá el porqué.

Por último llegamos al valuarte del concepto "novela gráfica". Una historia con principio, nudo y desenlace. Vaya, lo típico de la novela de toda la vida, pero sumándole el término "gráfica" porque incluye dibujos y de alguna manera tendremos que explicar lo de los dibujos. Usar el concepto tradicional de novela literaria: una obra con principio, nudo y desenlace, para describir la novela gráfica es todo un acierto, en cambio creo que no se ha sabido explicar del todo por qué.

Todas estas imágenes, escogidas al azar, aunque bien podría haber puesto o añadido muchísimas otras, tienen algo en común.
Hay un concepto abstracto muy ligado a la cultura norteamericana que viene de lejos y que trataré de explicar, seguramente con lagunas y desaciertos, porque es complejo. Para llegar a él toca un poco de historia, pero no os saltéis esta parte porque de lo contrario no comprenderéis el resto.

La Norteamérica que conocemos hoy empezó a fundarse hacia 1620 con el establecimiento de las diferentes colonias de inmigrantes provenientes de Inglaterra y Holanda principalmente. Anteriormente hubo algunos intentos de colonización con las colonias de Roanoke 1585 y Jamestown 1607, pero fue a partir de la expedición del Mayflower que partía de Inglaterra hacia 1620 cuando de verdad las colonias empezaron a funcionar en suelo americano. Nada que no podáis encontrar por ahí. Las razones que llevaron a miles de personas a abandonar sus países y buscar fortuna en tierras lejanas son de cuatro tipos:
- políticas: la guerra civil inglesa y la oposición al dominio español del mundo.
- económicas: el aumento de precios y aranceles.
- demográficas: el aumento de la población.
-religiosas: la reforma protestante de Lutero y el nacimiento del puritanismo.
Los puritanos eran la rama dura del protestantismo. Seguidores de John Calvin creían que el hombre era, de manera innata, depravado y malvado. La Inglaterra de Enrique VIII, que se había divorciado de Catalina de Aragón con la oposición del Papa, había roto con la iglesia católica. Los puritanos creían que Dios iba a desatar su ira contra la nación. Para ellos existía un acuerdo tácito entre Dios, cada nación y su gente. Ellos obedecían Su ley y Él les protegía a cambio. Enrique VIII había roto ese acuerdo tácito. Si querían que Dios no los castigara debían mudarse y asegurarse de que los nuevos gobernadores acataran este cometido, de lo contrario se rebelarían y los reemplazarían a la fuerza.
Los puritanos embarcados en el Mayflower llegaron a suelo americano y se instalaron en Plymouth. Con la intención de crear un sentido de comunidad y destino común firmaron un acuerdo: el "Mayflower Compact"( el tratado de Mayflower), una especie de declaración de intenciones con la que afrontar los problemas del nuevo mundo. El "Mayflower Compact" está considerada la primera constitución (no oficial) de los Estados Unidos. Fue la primera vez en la historia americana que un grupo de gente firmaba, de común acuerdo, un tratado que apuntalaría el propósito de la comunidad. El líder de esta colonia se llamaba William Bradford.


En un intento por asentar las bases de la cultura que los habría de unir, William Bradford empezó a escribir un libro en tono de perspectiva histórica acerca de la experiencia de los puritanos. Toma la forma típica del Génesis y del Éxodo y trata de mezclar los textos bíblicos con su propia experiencia haciendo un paralelismo entre los puritanos (elegidos por Dios) y los israelitas en su travesía por el desierto hacia un nuevo mundo. El libro fue escrito entre 1630 y 1650. El libro, y esto es lo que más nos importa a nosotros, está inacabado. William Bradford se dio cuenta con los años de que la historia de los puritanos no seguía los pasos bíblicos. Los puritanos empezaron a crecer en gran número. Había disidentes que abandonaban la colonia y formaban otras y, al parecer, Dios no los castigaba. La gente, por lo común, parecía vivir al margen de la palabra de Dios. Es decir, que los puritanos, de puritanos más bien poco.
La historia de Estados Unidos es mucho más compleja, pero estos hechos nos sirven para dilucidar dos de las características más definitorias de la cultura norteamericana. La primera es la búsqueda de la identidad a través de los paralelismos. Si yo sigo la palabra de Dios y Dios es bueno, el que me contradice por lo tanto es malo. La oposición entre el bien y el mal como seña de identidad se acentúa en la búsqueda constante del mal como espejo en el que comprobar que el pueblo norteamericano está siempre en el lado correcto de la ecuación. Es decir, todo lo que se encuentra enfrente de mí, no está a mi lado. La constante que más se repite en la historia norteamericana es la guerra, cuya característica más idiosincrática, sea en la época que sea y se invada el país que se invada, es que siempre hay un enemigo. El bueno y el malo. Si en el mundo hay un malo, ¿quién somos nosotros? Pues eso.

La segunda característica definitoria de la cultura norteamericana y que ya sí alude a las imágenes que habíamos visto antes, es que es una cultura inacabada. De hecho se podría decir que es "la cultura de lo inacabado". Su identidad se diluye en una amalgama de inmigración de muy diversa índole que no da pie a asentar las bases de una cultura sólida y unitaria. William Bradford dejó sin terminar su libro y con ello no sólo dejaba de escribir un libro, dejaba de dar identidad y profundidad a las raíces de un pueblo, de una nación. El texto que podía haberlos unido se convirtió en un montón de páginas con tres puntos suspensivos al final. Y eso se refleja en cualquier aspecto de la cultura norteamericana. Los edificios parecen terminar cortados, como si al día siguiente alguien fuera a seguir levantando otra planta más. Las películas no terminan nunca, por algo las llaman sagas, ¿alguien puede saber cuándo terminará Spiderman,  Star Trek,  Alien,  Terminator,  Indiana Jones,  Regreso al Futuro (no apostéis un brazo a que no saldrán más películas de esta franquicia), o Cazafantasmas? Si hasta hicieron un remake de Psicosis y de Carrie y... Puntos suspensivos. Siempre puntos suspensivos. Producto norteamericano, difícil decir dónde está el final. Cultura de lo inacabado. Y por supuesto en su ADN llevan a fuego el horizonte como algo inalcanzable, el Go West Young Man, como si el West no tuviera fin, las posibilidades infinitas del ser humano y la naturaleza (algo totalmente falso), la expansión de las empresas como si fueran piedras de rio, y la reserva de los derechos de autor en un contrato de publicación extensible a toda la galaxia (algo que he visto con mis propios ojos). Cultura de lo inacabado. ¿Sabéis ese proyecto que pretende volcar la memoria de un ser humano en un ordenador y conservar así el cerebro y la personalidad de alguien ad infinitum? Cultura de lo inacabado. ¿Cuándo empezaron a publicarse las aventuras del Capitán América? (Añádase donde dice" Capitán América," cualquier otro superhéroe) ¿Y cuándo terminarán? A la segunda pregunta no hay respuesta. Los comic books se establecieron hace casi un siglo bajo la premisa cultural de lo inacabado.

Cuando Will Eisner publica "Contrato con Dios" y en la portada puede leerse el término "Novela Gráfica" desde luego no es algo gratuito o que responda a un afán literario por parte del autor o a presentar un formato de publicación distinto. Lo hace bajo la premisa de que lo que el lector va a encontrar tiene un principio, tiene un nudo y tiene un desenlace. Y de que ese desenlace, es definitivo.
Hay muchos paralelismos para ilustrar por qué el término novela gráfica designa un tipo determinado de cómic. Por ejemplo tomemos los edificios para escenificar el concepto.


Digamos que como término general para designar las siguientes construcciones escogemos el término edificio(cómic). Estaríamos en lo correcto, pero podríamos ser más específicos y determinar que el primero se llama rascacielos(comic book) porque su construcción parece no tener fin. Podríamos determinar que el segundo es un bloque de apartamentos(serie), su construcción es grande y alberga muchas viviendas, pero sin duda se ve el principio y el final. Al tercero lo podríamos llamar unifamiliar(novela gráfica), es una construcción sólida, que alberga a una familia y que está separada de las demás construcciones por un espacio vital. Y al último lo llamaremos Quintana(tebeo), porque es propio de una zona localizada del planeta y de la cultura de la gente que habita esa zona. Por supuesto hay muchos más ejemplos de este tipo (se me ocurre un iglú, que bien podría ser la bande desinné francesa, o la casa del árbol, que podríamos equiparar al fumetti italiano, por decir algo).


En la cultura de lo inacabado hacía falta un término que designara este tipo de construcción para diferenciarla de los demás. ¿Hace eso válido el concepto? Por supuesto. ¿Es el nombre el mejor para designar el contenido? No lo sé, pero sin duda es válido.

Ver el formato de edición como la única diferencia entre cómic y novela gráfica es un error. Ver un intento de volver literario un formato que previamente se asocia con otra categoría del entretenimiento, normalmente inferior, también es un error. La novela gráfica es y tiene un espacio propio, con características bien definidas y precisamente por eso hacía falta designarla de alguna manera. Lo que nos lleva a la frase que alguien más sabio que yo dijo y de cuyo nombre no me acuerdo: "Todas las novelas gráficas son cómics, 




pero no todos los cómics son novelas gráficas." Reclama tu trono, noble desconocido. Y perdona mi ignorancia.


Esta sólo es mi opinión, y como opinión puede estar equivocada. Quién sabe, puede que William Bradford se esté revolviendo en su tumba al haber equiparado su libro con el abstracto concepto de la cultura de lo inacabado, pero qué carajo, que lo hubiera terminado y nos habríamos ahorrado muchas mierdas. Estoy hasta la polla de las películas de Star Wars.


Ya sabéis: "hasta el infinito y más allá".