Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 22 de febrero de 2013

Los Escritos 65




¡Adiós, mis corsarios, adiós! Puede que algún día nos volvamos a ver, mas desde ahora y hasta que eso ocurra, os deseo lo mejor. ¡A todos, mis corsarios, a todos vosotros! En mi corazón hay alegría y gozo: disfruté de vuestra agradable compañía y nunca recibí queja alguna de la mía. ¡Adiós, mis corsarios, adiós! Que la fortuna os traiga dicha. Que el buen viento os arrastre al oasis donde halléis el placer de vuestra propia felicidad. Y ya que este es mi último adiós, permitidme escribiros lo más cierto e importante que jamás hayáis leído en esta bitácora de viaje compartido: practicad el oficio y la costumbre de la cultura, porque fuera de ella… se extiende el abismo. Mis corsarios, ¡adiós!

1 comentario:

  1. Un punto final acorde con el resto de escritos. Emotivo y directo.
    Una pena que no continúes.

    ResponderEliminar