En su libro "Dublineses" el autor irlandés James Joyce trató de retratar la "parálisis moral" de su país en una serie de relatos cortos que recogían diferentes facetas de la vida privada y pública de los ciudadanos de Dublín. Irlanda, tan querida y odiada por el autor y definida como "una cerda que se come su propia lechigada" sirve de marco para las historias que engloba este libro y más concretamente la ciudad de Dublín el "Omphalos", el ombligo de su universo particular y enfermo. Dentro de lo que Joyce dió en llamar las diferentes etapas de su libro y de la vida, encuadró esta historia de la infancia en la que la "epifanía" final resulta tan reconocible para cualquiera que yo me vi instigado a realizar una adaptación al cómic. Araby, una historia intensa y magistral que empieza así:
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