El vapor humeante sube de las
alcantarillas mientras bajo por la escalera de incendios de un edificio rojizo
en Attorney Road. Me habían dado un soplo sobre una mujer que hacía milagros
con sus manos. Algún rollo sobre curación. ¡Joder, una curandera! A esto me he
rebajado. Me siento estafado. Pero sobre todo me siento como un mierda, como un
gilipollas de mierda. La vida da muchas vueltas; es lo que repite la gente como
un mantra, hasta que algo te pasa y entonces empiezas a hacer caso de lo que
dice la gente. ¿Cómo he llegado a esto? ¡Ah, sí! Hay otra frase que se repite
por ahí que me viene al pelo para contar mi historia: "nunca mezcles
placer con negocios". El que la inventó debía de ser un genio, o un
gilipollas de mierda como yo, quién sabe. Pero esperad, todo tiene su
explicación. Hace unos día--BANG--BANG--BANG--
¡Joder, me han encontrado! Y me
pisan los talones. Corre, corre, corre. No pienses y corre tanto como puedas.
Creo que me ha dado un tirón en la pierna, no puedo... ¡Sangre! ¡Me han dado en
la puta pierna! ¡Estoy jodido! ¡Mierda, hijos de puta! ¡Me cago en la mierda!
¡Ahh! ¡Me han golpeado desde atrás! Al caer me he dislocado el hombro. Esto
debe de doler mucho, pero estoy tan chutado de adrenalina que ni me entero.
Pero ellos... ¡oh, mierda! Me tienen. Se acabó. Antes de que desaparezca os quería
contar mi historia, es importante,--BANG--pero--BANG--esperad--BANG--todo tiene--BANG--su explicación --
--BANG--BANG--
Joer, parece uno de mis guiones... jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo,
Víctor Gonz.
Pues es verdad. Es tu especialidad, las historias que no acaban bien. Será que tus guiones me influencian.
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