Quizás hubiera sido mejor marcar el destino generacional de nuestra época con un hierro candente. Haberlo grabado con una huella imborrable que dijera algo como: "Se vende", o "Ganado humano", o puede que algo como: "Putas a granel". Después de todo, es lo único que nos han enseñado y lo único que hemos aprendido en este desaprensivo tiempo de mierda que nos toca vivir. Iré a comprar droga dura para chutarme porque no creo que pueda soportar otro envite de falacias y mentiras de este gobierno fascista repleto de hijos de la gran puta que nos gobierna. Ojalá que vuestros perros se os coman los huevos y al menos sirvan de alimento, porque folláis tan poco que vuestros poros rezuman amargura de una manera tan ímproba que vuestro olor ya sólo atrae a los mismos curas pedófilos que os amamantaban con sus pollas cuando erais pequeños. Sois los cerdos que ante la perspectiva del hambre, se comen su propia lechigada. Y ya que no puedo esperar otra cosa de vosotros más que eso, voy a envenenar mi carne tanto como pueda, a ver si cuando os llegue al estómago os hago cagar sangre.
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