Un
estudiante pidió a un maestro sufí que le revelase el quinto nombre de Dios.
-Quien
conoce ese nombre, es capaz de cambiar el curso de la historia –
comentó.
El
maestro le dijo que pasara un día entero a las puertas de la ciudad. El
muchacho
obedeció, y volvió al día siguiente.
-¿Qué
es lo que viste? –preguntó el maestro.
-Un
viejo intentó entrar en la ciudad con un carnero para vender. El guarda le
quiso
cobrar un impuesto, pero el hombre no tenía dinero. Entonces el guarda le
robó
el carnero y, a él, lo echó. Yo pensaba: si supiese el nombre oculto de Dios,
podría
cambiar esta situación.
-Podrías
haber impedido esa injusticia, pero preferiste soñar con una
revelación.
El quinto nombre de Dios es: Ama y ayuda a tu prójimo.
Sólo
así podemos cambiar el curso de la historia.
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