Esta
mañana he tenido que visitar al médico por una dolencia a la altura del
esternón. Cuando me ha recibido se encontraba escribiendo en el ordenador y
así, de repente, se me ha ocurrido preguntarle por sus principios religiosos. Ha
levantado la vista y me ha echado de la consulta inmediatamente. Ninguno de los
dos hemos sido capaces de ayudar al otro. Yo me he ido con molestias en el
esternón y él se ha quedado con una duda existencial.
Jajajaja, cualquier excusa es buena para no trabajar
ResponderEliminarjajajajaja, esque el twitter y el facebook engancha mucho, y no gusta que te corten el rollo cuando estas escribiendo
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