Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Ernst Stadler

Yo estaba encuadrado en filas que se adentraban en la mañana, fuego sobre yelmo y estribo. Adelante, en la mirada y en la sangre la batalla, a rienda suelta. Quizás por la noche nos envolverían marchas triunfales. Quizás estaríamos tirados en cualquier lugar entre cadáveres. Pero antes de hundirnos y desaparecer nuestros ojos arderían y se saciarían de mundo y de sol.

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