Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 6 de julio de 2012

Los Escritos 41


  
 


Mayo, 20. Hoy me ha dirigido dos miradas directas. La primera, cuando me he agachado en el frigorífico a por la botella de Rùa. La segunda cuando he ido a tirarla a la basura. Al volverme estaba mirando en dirección contraria bastante turbada.

Mayo, 26. Dice que sus dolores no remiten. Normalmente le van y le vienen, pero últimamente no cesan. Los recortes en sanidad le afectarán directamente. El precio de sus pastillas. Yo no la creo. Aunque no lo aparente, sé que tiene mucho dinero. El origen de su mal radica en su propia vida, que no soporta, aunque para ella esto resulte imposible de admitir.

Junio, 1. Swimburne creía en las palomas y Blake en los pájaros. He leído un par de poemas sentado en St. Patrick's Green. Al ver pasar a los chicos con sus libros bajo el brazo he recordado mi época de estudiante universitario. Las exposiciones en las clases de Hans siempre acababan entre risas. Y los pasillos bullían de vida entonces. Un día me preguntó qué me había parecido aquella película histórica. Le dije que prefería el porno. Me pidió el teléfono.

Junio, 14. Me lo ha confesado todo. Yo no he dicho una palabra. Mientras hablaba, sus pupilas estaban completamente dilatadas. Cuando ha terminado se ha echado a llorar. Le he dado una bofetada para sacarla del shock. Al hacerlo le ha venido un orgasmo y se ha tenido que sentar en el suelo con el pantalón completamente mojado. He hecho un esfuerzo por levantarla y llevarla al baño para que nadie la viera en ese estado. He ido a por papel para que se limpiara un poco, y al entrar la he encontrado masturbándose. Cuando me ha visto, no ha parado. He cerrado la puerta y mientras me alejaba todavía podía escuchar sus gritos. Fuera se oía el martillo pilón de la forja y el incesante gorgoritear de los chorlitos.

Junio, 17. Anoche soñé con ella. Soñé... algo que no estaría bien decir. Dejo que el recuerdo se pose mientras el agua tibia cae sobre mi espalda. A C. no le va a gustar nada que hiciéramos aquello. Pero ya no hay vuelta atrás.

Julio, 6. Me he marchado para siempre. Al final todo pasa, todo se olvida, todo pierde la fuerza de su acelerado principio.

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