Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 13 de julio de 2012

Los Escritos 42

 


Señor, ayúdame. Señor ¿me oyes cuando te llamo? Señor ¿alguna vez me has escuchado? La vida me ha dejado de lado.  Estoy perdido en casi todo. Señor, ¿puedes oirme?, ¿me oyes cuando te llamo? No sé qué va a ser de mí. Todos parecen esperar algo que no les puedo dar. Propios y extraños. Señor, ¿alguna vez me has escuchado? Señor, ¡oh, señor! ¿me oyes cuando te llamo? Mi cuerpo descansará en la tierra al lado de los que amo. Señor, ¿alguna vez me has escuchado? Y siento que ni tengo alma, ni me queda llanto. Señor, ¿me oyes cuando te llamo?

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