Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 19 de octubre de 2012

Los Escritos 51





Nadie, dijo Giordano Bruno, puede amar la verdad o el bien, si no aborrece a la multitud; y el artista, pese a que se sirve de la multitud, tiene buen cuidado de aislarse de ella. Puede que para muchos haya alguna razón más evidente que otra para que esto ocurra, pero la verdad es que sólo hay un motivo. El fruto que cae del árbol en medio de un bosque, choca contra un suelo endurecido por el follaje, las ramas y las raíces de los mismos árboles que dejaron caer el fruto, impidiendo así que éste arraigue, y de esta manera simplemente queda posado sobre la superficie. En cambio, el fruto que cae en un terreno baldío, cala en la tierra, se nutre de ella, crece y se desarrolla plenamente. La multitud es al artista lo que el bosque al fruto. Es en la soledad, en la tierra baldía en la que nada hay, donde el artista se sienta, medita, hace florecer sus ideas e historias y crea.

1 comentario:

  1. Después de algo así sólo nos queda reflexionar. Es todo un tema la relación del artista con la multitud, así como los gustos de las grandes masas que no siempre coinciden con las propuestas artísticas más sólidas. Me ha encantado este Escrito 51.

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