Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Impasse

Me vais a permitir que haga un Stop&Go (usando un término automovilístico) para hablar sobre el último disco del grupo The Decemberists "Long Live the King". Este disco, que en realidad es un EP (siglas de Extended Play) con descartes de su anterior trabajo "The King is Dead" trae un tema que me ha chocado mucho por la letra. Cuando lo escuché por primera vez pensé que era bonito y resultón, pero como todo buen disco que se precie, tras unas escuchas más pormenorizadas me empezó a picar un gusano en la cabeza diciéndome que aquella historia me era familiar. Como estoy un poco falto de memoria me encerré con mi colega Google durante una hora o así para buscar referencias hasta que di con lo que quería. Resulta que la canción es un soneto de Dante Alighieri que aparece en "La Divina Comedia". En concreto es un soneto que Dante escribió a Guido Cavalcanti como respuesta a una serie de sonetos que éste le escribiera a Dante con respecto al grupo de poetas conocidos con el nombre de Dolce Stil Nuovo del que ambos formaban parte. En el poema, Dante viene a decir que le gustaría encontrarse de nuevo con sus amigos Guido Cavalcanti y Lapo Gianni y con sus respectivas novias. La novia de Guido era la "monna Vanna" y la de Lapo era la "monna Lagia". También Dante se reserva su compañía y lo declara misterioso y con cierta gracia al decir que en ese barco encantado esperaba coincidir «con quella ch'è sul numer de le trenta», con aquella que hace el número treinta, es decir, Beatriz, la mujer por la que bajó a los infiernos. Para ello, Dante se imagina con sus amigos en una barca surcando el río del tiempo como por encantamiento.

Guido, quisiera que tú, Lapo y yo
cayésemos en un encantamiento
y dentro de un navío, que al viento,
al mar navegase del deseo vuestro y mío.

Y ni mal tiempo o tempestad bravía
nos pudiese causar impedimento,
antes creciese en el común contento
el deseo de estar en compañía.

Y allí el encantador condescendiente
también pudiese a nuestras damas bellas,
Beatriz, Juana y la que Safo adora:

¡Y hablando allí mi amor eternamente,
tan satisfechas cual nosotros ellas,
se nos huyese un siglo como una hora

Y aquí la versión de The Decemberists, ese grupo que no deja de sorprenderme gratamente. "El Rey ha Muerto, ¡Que Viva el Rey!"

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